Los bosques con sus árboles y su preciada materia ,la madera, han sido necesarios e imprescindibles para la evolución de la mayoría de las culturas. El vínculo entre los bosques y el hombre era muy importante en los pueblos de montaña como Laspuña-A Espuña ya que el árbol y su madera formaban parte de una economía de subsistencia.
La madera empleada como combustible y fuente de calor era esencial en el día a día de las casas montañesas. También era materia imprescindible para el funcionamiento de los hornos de cal, de los de pez y pieza fundamental en la construcción.
Con la evolución de la sociedad, este material se hizo imprescindible para el crecimiento de las ciudades y el desarrollo de la industria, así que fue necesario transportarla desde nuestras montañas hacia la tierra plana aprovechando el cauce del Cinca.
El oficio de leñador (picador) se convirtió en la pieza clave del sistema.
Los picadores de nuestro pueblo Laspuña-A Espuña se trasladaban a otros valles del Pirineo donde eran requeridos para talar árboles (subastas/partidas) y bajar por ríos diferentes al Cinca.
Por desgracia alguno de estos Nabateros pagaron con su vida el tributo exigido por ríos no Sobrarbenses tal como queda reflejado en la noticia publicada en el año 1886 en el diario "El Pabellón Nacional".
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