El buxo- El
boj.
“Buxus sempervirens, el boj común es de hábito arbustivo o arbóreo;
alcanza excepcionalmente los 12 m de altura. Crece en suelos bien drenados,
ricos, nunca encharcados y ligeramente calizos. Requiere de un invierno fresco,
resiste bien las heladas, el viento y la sequía. De crecimiento muy lento,
puede brotar de cepa después del fuego y llegar a vivir 600 años.”
La talla del buxo es un arte
practicado desde tiempos remotos por los hombres del pirineo. El trabajo de
pastoreo en los montes tiene como compañeras a la soledad y a la naturaleza. No
existe mejor compañía para despertar al artista
que todos llevamos dentro.
Las características que tiene la madera de buxo permite que la habilidad y
paciencia del artesano de a los trabajos un acabado suave y agradable al tacto
y a la vista
Los objetos más habituales que se
hacían con buxo eran para uso propio y cotidiano: cucharas, tenedores, cuencos,
tazones, mangos de cuchillo, de navaja y tallas diversas según la necesidad o habilidad del artista. Tampoco faltaban las
figuras de animales, eran los juguetes de los críos de casa, ni los adornos femeninos
como colgantes con cruces, peinetas y cajetas con delicadas tallas.
La decoración de las cucharas y tenedores de buxo es muy similar en casi
todos los pueblos del pirineo. Como el trabajo se realizaba con la punta de la
navaja los dibujos más habituales eran las líneas horizontales con muescas en triangulitos formando el llamado
diente de sierra. Algunos pastores tallaban el tenedor y la cuchara en la misma
pieza de madera y así podían dejar los dos utensilios unidos por la parte inferior con una anilla prisionera.
La forma de vida ha cambiado
mucho en nuestros pueblos y aunque en Laspuña ya no se pastorea como antaño, la
ganadería sigue siendo una parte importante de la economía local. Ese espíritu de
artesano-artista continúa vivo bajo la inspiración de las peñas Montañesa y
Solano y son varios los que plasman su arte en la madera del buxo.
Os muestro algunos objetos realizados por José Mari
Lavilla de Casa Fruto, Antonio Belzuz de Casa García, José Antonio Puértolas de
Casa Macario y Ramón Castillón de Casa Chusta.
ANTONIO BELZUZ |
JOSÉ ANTONIO PUÉRTOLAS |
JOSÉMARI LAVILLA |
RAMÓN CASTILLÓN |
En la decoración, son los pequeños tesoros los que tejen la historia de un hogar. Objetos diminutos, cargados de detalles, pintan un lienzo acogedor que transforma espacios en narrativas encantadoras
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