“Lo habitual era, pues, que el
albañil se limitara a construir el edificio yno se ocupara de los mecanismos
móviles del molino. De este modo pactó elconcejo de Laspuña la construcción del
suyo, al comenzar el siglo XVII, con elmaestro Pedro Bauberic, piedrapiquero.
Este Bauberic no sabemos de dónde procedía. Comenzó haciéndose llamar Pedro
Pedenos de Sant Bobiri y acabó figurando como el maestro Baubería. Construyó
mucho en Sobrarbe. Levantó la hermosa iglesia de Labuerda, una capilla en Muro
de Bellos, la pila central del puente de Puyarruego, la iglesia de Ceresa y
quizá también la de Laspuña.
Cuando se hizo cargo de las obras
del molino de este pueblo era ya un hombre maduro. Los de Laspuña le encargaron
la apertura de la acequia molinar y la destrucción de una gran piedra que
impedía el paso del agua, hasta lograr que pasaran dos muelas (antigua medida
aragonesa de caudal). Luego, debía construir «una casa de piedracalso muy bien
labrada con toda perficion para molino y haya dos cacabos con sus buenas
huellas». Los dos cárcavos habían de tener una altura de 14 palmos. Le
ordenaban dejar en las bóvedas «los aguxeros necesarios para los arboles de
dichas ruedas en la parct de dicha casa muy buenos aguxeros y bentanas para las
canales». Es decir: debía dejarlo todo preparado para que pudieran instalarse
los rodetes, los árboles y las muelas, de los cuales el constructor ya no se
ocupaba.”
Texto S.Pallaruelo "Los Molinos del Alto Aragón"
Triple propósito: Aprovechar el agua del Cinca para regar las huertas al paso.
ResponderEliminarProducir energía para moler el trigo, la cebada.
Posteriormente producir energía eléctrica.
En las casas todos usábamos carburo, "tiedas" y algo de velas.
Recuerdo que la luz del Molino lograba "iluminar" las calles y las casas, aunque debíamos usar velas para poder estudiar la lección y hasta para los que íbamos al colegio.
Lo único que funcionaba bien era el tocadiscos a 45 rpm para los bailes de fin de semana, sobretodo en los tiempos de la construcción de la central.
¡Que tiempos! A pesar de haber estado tan lejos por tanto tiempo, igual hay cosas que recuerdo, aunque no me las hayan podido transmitir.
Tener esa intensidad de luz en esos años, era un privilegio.
Gracias por traernos tanta historia, que atesoro con delicadeza