Alegría y orgullo desde Chile

Queridos amigos: Esperando que os encontreis bien de salud, aunque impedido alguno de estar en Laspuña, deseo compartir algo muy especial que pasó hoy en la Embajada de España en Chile.

Hoy, a las 13 horas, en la residencia del Embajador de España, el Consul General, autoridades de las distintas instituciones españolas en Chile y la juventud de la familia Ceresuela, empresarios y otras personas del grupo mas cercano a la familia, se llevó a cabo la condecoración a Francisco Ceresuela Muñoz con la Medalla a la Emigración, ordenada por el Ministro del Trabajo del Gobierno de España y entregada por la Consejera Delegada  de Trabajo de la Emigración; la Medalla al Mérito Civil, por decreto firmado por el Rey Juan Carlos de Borbón y entregada por el Embajador de España en Chile.

Tanto el Embajador como la Consejera y el Cónsul, hicieron una breve reseña curricular, tanto profesional como de hispanidad de Pancho, reconociendo la labor que ha desarrollado a la cabeza de la AIECH (Asociación de Instituciones Españolas en Chile), su espíritu de hispanidad y su carrera profesional en distintas empresas españolas en Chile.

Después habló Pancho, haciendo énfasis en sus raices aragonesas, de Laspuña, recordando a la abuela Presen, a su padre y tíos....

Un discurso muy emotivo que nos emocionó hasta las lágrimas.

Un premio a una labor tan poco considerada por tantos y tan facil de ser criticada, pues estas instituciones, tan antiguas ya, que se detienen en su inercia de la pura existencia y que fue revivida por Pancho; despertada de su letargo y dinamizada; logrando despertar en los españoles y descendientes, el amor por lo que tanto amaron y sufrieron nuestros antepasados.

Lo que hoy ocurrió, debería darse más seguido, pues los emigrantes, siempre tratamos de mantener viva la llama de España, la España de todos, la de ayer y hoy; y que tantas veces somos tan poco reconocidos; de la misma manera que hay algunos que se aprovechan de ayudas que no siempre cumplen con el objetivo para el cual fueron entregados.

Bueno amigos: Un gran abrazo y que la vida los siga tratanto tan bien como ahora.

Jose A. de Casa Sidora