"Texto integro del Correo recibido"
Comenzamos el relato de los templos vicentinos de Aragón por los de la provincia de Huesca en los que en muchos lugares es llamado San Vicién o San Vicens y el primer lugar lo ocupa la magnífica catedral de Roda de Isábena de la que hemos hablado con profundidad en otro artículo y que es la Catedral más pequeña de España y la más antigua de Aragón. Como dijimos, guarda restos del Obispo Valero y es de una gran belleza. Continuamos por la Iglesia de San Vicente de Labuerda que es una verdadera joya por su estructura y lugar donde está enclavada. A ella se accede por un esconjuradero, que son pequeñas construcciones típicas de esta zona en forma de silla sin respaldo y que se utilizaban para apelar a los espíritus y pedirles que el clima fuese benigno y no destrozase cosechas ni rebaños. También es destacable su fenomenal retablo mayor. En Albelda nos encontramos con una preciosa ex-Colegiata del siglo XVI, ejemplo del gótico tardío, cuyo pasado esplendor se convirtió en decadencia. La iglesia de San Vicente el Real en la ciudad de Huesca se supone que fue la casa natal de San Vicente y fue llamada de “la Compañía” por haber sido regida desde tiempos antiguos por los Jesuitas. También decir que hubo un gran movimiento popular para apoyar la restauración de su cubierta. Junto a ella tenemos un dibujo de lo que pudo ser la fachada de la desaparecida Iglesia de San Vicente Alto. La Iglesia de Siétamo es renacentista con elementos románicos anteriores y fue utilizada como cocina por las tropas en el asedio que se produjo a Huesca en la Guerra Civil. La Iglesia de Puértolas data del siglo XVI y es un ejemplo del gótico aragonés que se sitúa en una cota elevada de su pueblo. Asimismo tenemos un ejemplo aleccionador en la recuperación de la iglesia de San Vicente de Griébal, localidad cercana a Ainsa, y que está siendo rehabilitada poco a poco y con cariño por un grupo de esforzados Boy Scouts de Zaragoza. En la Iglesia de San Vicente de Salas Bajas tenemos un templo de grandes dimensiones y procedente del barroco tardío del siglo XVIII que se caracteriza por la decoración geométrica de su portada. En Gistain la iglesia tiene un corte claro de torre defensiva que se suma a las otras dos grandes torres que hay en la localidad. Está datada en el siglo XVI y respira un aire pirenaico inconfundible. Un fenomenal crismón trinitario de siete brazos puede verse en la Iglesia de San Vicente de Chia, elegante construcción con un porche de entrada a modo de túnel. En el Alto Gállego encontramos una iglesia románica del siglo XII con una llamativa torre de base cuadrada en la localidad llamada San Vicente de Aquilué. En Rasal el templo tiene sillares de piedra con una monumental torre del siglo XVIII de cupulín afilado. También del S.XVIII tenemos la de Monesma de Benabarre o Ribagorza con su puerta dovelada. Una bonita iglesia que fue paso de un lugar importante de la Vía romana de Osca a Ilerda tenemos en Esplús que significa “ monte bajo de matorrales”. Muy bella es la iglesia de San Vicente de Aruej ,precioso ejemplo del románico rural y situada en un tramo del Camino de Santiago. Desgraciadamente fue abandonada hace décadas y se convirtió en un refugio para pastores. No menos bella es la preciosa iglesia románica del siglo XII de Vió que se halla en un paraje evocador a las afueras del pueblo en una colina con hermosas vistas. Más popular es la iglesia de Espés Alto que pertenece a Paules y se halla igualmente sobre un cerro y la de Layés de reducidas dimensiones. También rural es la Iglesia de Larués que tiene un gran retablo dorado y una torre cuadrada. Desde otro punto de vista , la torre de Samitier fue parte de una antigua iglesia dedicada a San Vicente y situada en el cementerio de La Fueva, siendo una torre defensiva y de vigilancia del siglo XVI. Según algún historiador ,la Iglesia de San Vicente de El Grado fue la primera dedicada al santo, siendo saqueada por los franceses en la Guerra de la Independencia y siendo ruinas desde entonces. En Treserra tenemos una iglesia abandonada de origen románico que fue desacralizada y en la que se hallaba su famoso frontal , objeto actual de disputa entre Obispados aragoneses y catalanes. También en Areny de Noguera tenemos memoria de la desaparecida Iglesia de San Vicente del Sas en Betesa y de la de Puimolar de orígen románico y añadidos renacentistas. Una vez al año se celebra allí una Misa en la que se bendicen ramos de laurel y se va en Procesión al “pilaret” en que se halla un pequeño San Vicente en una hornacina en lo alto de un collado para orarle y pedirle bienestar . También son restos amontonados los de la Iglesia de Rin de la Carrasca en el entorno de Pobla de Roda.La Iglesia de San Vicente de Los Molinos en Arén fue una de las que acabaron bajo las aguas del pantano cuando este inundó el pueblo .En relación con las ermitas, suelen ser bastante sencillas y de carácter popular como la de Beleder en Campo , la de Aguinaliu y la de Pano ,enclavada esta en un paraje de gran belleza. También tenemos restos de la antigua ermita de Finestres que se halla en un paraje de difícil acceso y de salvaje encanto. Como curiosidad decir que bajo su ábside hay una libreta para que el visitante sorprendido escriba sus impresiones. En Sasa del Abadiado , junto a Loporzano, tenemos las ruinas de una ermita rectangular que cuenta con una importante necrópolis alrededor. La ermita de Capella es la más pequeña del Alto Aragón, siendo la de Muro de Roda, en el Pamporciello, la última ermita de Muro donde hubieron romerías. En cambio, en la pequeña ermita rural de Sieste podemos disfrutar de unos misteriosos arcos interiores y la de Lascuarre se encuentra muy deteriorada por haber sido utilizada para usos agrícolas . Como desaparecidas nos constan las que hubo en Ibort .
Ya en Zaragoza, tenemos la iglesia barroca del siglo XVII de Tarazona llamada “Hogar Doz” y que administraban los jesuitas. Allí también tenemos la tumba del literato Baltasar Gracián. Más antigua es la iglesia gótica del siglo XVI de Malón que se sitúa en lo alto de su valle y tiene distintos volúmenes. En la misma ciudad de Zaragoza tenemos la moderna iglesia de San Vicente, contando también Tarazona con una ermita en las afueras de la población con indudables aires mudéjares, único ejemplo que conocemos de ermita y parroquia vicentina en la misma población. En Villanueva de Huerva también encontramos una ermita recién restaurada cerca del antiguo poblado celtíbero y que fue línea divisoria del frente de la Guerra Civil junto a la vecina Fuendetodos, localidad natal de Francisco de Goya. También sencilla y restaurada recientemente contamos con la de Ardisa y , ya desaparecidas, las de Uncastillo y Sos del Rey Católico.Y en Teruel, encontramos las evocadoras ruinas de la ermita de Cutanda y la restaurada ermita de Bueña donde estuvo San Vicente Mártir en su camino a Valencia.
Ya en Zaragoza, tenemos la iglesia barroca del siglo XVII de Tarazona llamada “Hogar Doz” y que administraban los jesuitas. Allí también tenemos la tumba del literato Baltasar Gracián. Más antigua es la iglesia gótica del siglo XVI de Malón que se sitúa en lo alto de su valle y tiene distintos volúmenes. En la misma ciudad de Zaragoza tenemos la moderna iglesia de San Vicente, contando también Tarazona con una ermita en las afueras de la población con indudables aires mudéjares, único ejemplo que conocemos de ermita y parroquia vicentina en la misma población. En Villanueva de Huerva también encontramos una ermita recién restaurada cerca del antiguo poblado celtíbero y que fue línea divisoria del frente de la Guerra Civil junto a la vecina Fuendetodos, localidad natal de Francisco de Goya. También sencilla y restaurada recientemente contamos con la de Ardisa y , ya desaparecidas, las de Uncastillo y Sos del Rey Católico.Y en Teruel, encontramos las evocadoras ruinas de la ermita de Cutanda y la restaurada ermita de Bueña donde estuvo San Vicente Mártir en su camino a Valencia.
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