A Mariano Nerín:
Se cumple un año de tu ausencia y sólo los que tanto te hemos querido sentimos el vacío que dejaste, cuántas cosas nos quedó por oír de tus labios, que tan lúcidamente con tus 95 años hasta el último momento nos explicabas, fiel a tus ideas y respeto para todos.
La Historia no debe ser nunca olvidada ni menospreciada, no puede ser apartada y con mayor motivo si es nuestra propia historia, una historia en muchos casos de vidas machacadas, oprimidas, cansadas de sentir la guerra en su piel y que llegaron ancianas con las mismas ganas de vivir que antes, hartas de callar y olvidar su vida personal. Estas personas son todos esos padres y madres que como los míos tuvieron que vivir unos tiempos muy diferentes a los nuestros, obligados a asumir las tareas de padre y madre incluso ambos si la situación lo requería, siempre me han parecido admirables.
Aprovecho por ello para rendir homenaje a todos los que como hacía papa, recuerdan aquellos tiempos en que sufrieron el olvido, el dolor, el llanto y la humillación, el maltrato, el terror y el silencio... pero siempre dispuestos a recuperar la alegría, el orgullo, la esperanza, la paz, el amor y la dignidad perdida.
Cuando pasabais temporadas fuera de vuestra casa y nombrabas tantas veces tu pueblo, te decíamos: "¿Por qué lo añoras tanto ", nos contestabas: "Yo, a Laspuña, la llevo siempre en el corazón". Ahora tu corazón está junto al de mamá, a la que sólo 5 meses antes, cuando se iban perdiendo tus fuerzas para poder andar, tuviste la entereza de acompañar hasta el último momento, donde ya estáis juntos para siempre en vuestra querida Laspuña.
Sirva este pequeño homenaje para decirte "gracias, papá, fuiste sencillamente admirable".
La Historia no debe ser nunca olvidada ni menospreciada, no puede ser apartada y con mayor motivo si es nuestra propia historia, una historia en muchos casos de vidas machacadas, oprimidas, cansadas de sentir la guerra en su piel y que llegaron ancianas con las mismas ganas de vivir que antes, hartas de callar y olvidar su vida personal. Estas personas son todos esos padres y madres que como los míos tuvieron que vivir unos tiempos muy diferentes a los nuestros, obligados a asumir las tareas de padre y madre incluso ambos si la situación lo requería, siempre me han parecido admirables.
Aprovecho por ello para rendir homenaje a todos los que como hacía papa, recuerdan aquellos tiempos en que sufrieron el olvido, el dolor, el llanto y la humillación, el maltrato, el terror y el silencio... pero siempre dispuestos a recuperar la alegría, el orgullo, la esperanza, la paz, el amor y la dignidad perdida.
Cuando pasabais temporadas fuera de vuestra casa y nombrabas tantas veces tu pueblo, te decíamos: "¿Por qué lo añoras tanto ", nos contestabas: "Yo, a Laspuña, la llevo siempre en el corazón". Ahora tu corazón está junto al de mamá, a la que sólo 5 meses antes, cuando se iban perdiendo tus fuerzas para poder andar, tuviste la entereza de acompañar hasta el último momento, donde ya estáis juntos para siempre en vuestra querida Laspuña.
Sirva este pequeño homenaje para decirte "gracias, papá, fuiste sencillamente admirable".
Mercedes NERÍN (Laspuña-Binefar)
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