Como otras veces cuando viaja a Barcelona le toco madrugar y andar por las calles de Laspuña iluminadas por las farolas, ni un alma,ni un gato,solo el silencio de la noche, le tocaria esperar un rato en el Plano a que llegara el coche de línea que la llevaría hasta l’Ainsa, donde enlazaría con el de Barbastro y desde allí hasta su destino.
Como en otras ocasiones dejo la maleta en la puerta de Casa Marcelina y para que la espera no se hiciera tan larga iba dando cortos paseos ,cuatro pasos arriba y cuatro abajo.
De repente una sombra, una persona, un hombre se le abalanzo y de un tirón quiso arrancarle el bolso que llevaba bajo el brazo.
La sorpresa la dejo sin voz, no pudo gritar, y sacando fuerzas de flaqueza sus manos se cerraron como dos argollas de acero al bolso, impidiendo que el ladrón saliera huyendo con su botín, continuo el forcejeo entre la víctima y el agresor, cuando por fortuna y en el horario previsto apareció el coche de línea en la “subideta de Bajulesia",alivio y alegria en la victima, desconcertando al ladrón que desapareció corriendo calle arriba.
Esto no es una historia inventada y no hablamos de un lugar lejano, es una historia real y sucedió hace unos quince días en Laspuña.
Hace unos años robaron en algunas casas del pueblo aprovechando la buena fe de la gente que dejaba las puertas abiertas, como se había hecho siempre. Pero creo que es la primera vez que sucede un intento de apropiación de lo ajeno por mediación del sistema del tirón.
¿Se está acabando la tranquilidad en nuestros pueblos?.
Como en otras ocasiones dejo la maleta en la puerta de Casa Marcelina y para que la espera no se hiciera tan larga iba dando cortos paseos ,cuatro pasos arriba y cuatro abajo.
De repente una sombra, una persona, un hombre se le abalanzo y de un tirón quiso arrancarle el bolso que llevaba bajo el brazo.
La sorpresa la dejo sin voz, no pudo gritar, y sacando fuerzas de flaqueza sus manos se cerraron como dos argollas de acero al bolso, impidiendo que el ladrón saliera huyendo con su botín, continuo el forcejeo entre la víctima y el agresor, cuando por fortuna y en el horario previsto apareció el coche de línea en la “subideta de Bajulesia",alivio y alegria en la victima, desconcertando al ladrón que desapareció corriendo calle arriba.
Esto no es una historia inventada y no hablamos de un lugar lejano, es una historia real y sucedió hace unos quince días en Laspuña.
Hace unos años robaron en algunas casas del pueblo aprovechando la buena fe de la gente que dejaba las puertas abiertas, como se había hecho siempre. Pero creo que es la primera vez que sucede un intento de apropiación de lo ajeno por mediación del sistema del tirón.
¿Se está acabando la tranquilidad en nuestros pueblos?.
Betato:
ResponderEliminarQuien te conozca que te compre.
No estarias muy lejos de esta hazaña, como de otras muchas.
A proposito ¿Ha aparecido el Rey?. ¿Quien seria esta vez la cabeza de turco?
Mariano
Esta vez no ha sido ninguna travesura ni mia ni de Macario, ha sido un intento de robo autentico.
ResponderEliminarTampoco han aparecido las figuras del Belen.