(Diario del Alto Aragon)
Brillante y rápido descenso de navatas por un caudaloso Cinca.
Cientos de personas siguieron ayer el recorrido entre Laspuña y Aínsa
Exitoso descenso de navatas el que se vivió ayer en el río Cinca, entre las localidades de Laspuña y Aínsa, con motivo del XXI Encuentro Internacional de Navateros y Almadieros.
Finalmente, fueron siete las embarcaciones de dos “trampos “con más de 40 tripulantes, las que tomaron la salida desde Laspuña, en un brillante y rápido periplo por las aguas de un río Cinca muy caudaloso a causa de las copiosas lluvias de las últimas semanas.
LASPUÑA.- La primera de las navatas en arribar a Aínsa empleó una hora en completar el recorrido, tiempo similar al que emplearon otras cinco de las embarcaciones. La séptima llegó con una hora de retraso sobre el resto, a causa de la rotura del remo de la parte delantera. La ilusión depositada por los navateros sobrarbenses en este encuentro no desanimó a sus tripulantes, que repusieron el remo y culminaron el último tramo del descenso con un solo “trampo” en medio de los aplausos del numeroso público congregado.
El tiempo dio una tregua a lo largo de la mañana de ayer, amaneciendo la jornada con un día soleado que posibilitó la celebración de este acontecimiento, así como el seguimiento del mismo por centenares de personas, que se agolpaban en distintos lugares estratégicos de los 12 kilómetros que separan los puntos de salida y llegada.
A las 8,30 horas, el obispo de Barbastro-Monzón, Alfonso Milián, ofició la misa navatera en la “placha”, junto a la orilla del río. Acto seguido, se rindió un sencillo y caluroso homenaje a tres veteranos navateros -José Pallaruelo, Domingo Tomás y Benjamín Campo-, dos de los cuales recibieron en este lugar un ramo de flores y una placa conmemorativa. A continuación, tuvo lugar el tradicional almuerzo, animado por los músicos almogávares L’Urthe.
La espléndida mañana y el magnífico caudal del río motivaron la decisión de la organización de retrasar la hora de comienzo del descenso, que, anunciada a las 10 horas, se produjo 40 minutos después.
Estas singulares embarcaciones de troncos de madera fueron pilotadas por navateros de Sobrarbe y llevaron como pasajeros a los representantes de las distintas delegaciones, que se animaron a vivir esta experiencia en un río pirenaico. Eslovenos, checos, italianos, alemanes, franceses, austríacos, polacos, finlandeses y españoles disfrutaron intensamente de este espectáculo colorista que en otro tiempo constituyó una importante actividad económica relacionada con el transporte de la madera.
Décadas después de que desapareciera este oficio en la mayor parte de estos países, la preservación como acto lúdico festivo ha permitido rememorar este duro trabajo que, gracias a estas asociaciones, se mantiene vivo.
Finalizado el descenso, a las 13,30 horas y desde la plaza del mercadillo de Aínsa, dio comienzo el desfile de las delegaciones asistentes a esta vigésimo primera edición que, luciendo vistosos trajes típicos, concluyeron la exhibición en la Plaza Mayor.
Hasta poco después del desfile, la climatología se mostró favorable pero hacia las 14 horas la lluvia volvió a hacer acto de presencia. Una multitudinaria comida en el pabellón polideportivo puso fin a las actividades matinales.
Por la tarde, a las 20 horas, prosiguió la fiesta en Laspuña, con una cena de despedida en la carpa y el baile, amenizado por la orquesta Zafiro. Hoy, a las 9 horas, los componentes de las delegaciones europeas emprenderán viaje de regreso a sus países.
(Texto y fotos ,Inmaculada Casasnovas)
LOVELY!!!
ResponderEliminarI love your blog.
Buen tiempo os hizo, si señor. Jajaja..he reconocido al cabrero de Escuaín paleando. Que gozada de aguas para nabatear.
ResponderEliminarEl domingo por la tarde ,en el Bar Arnal de Escalona,comentamos el descenso con Quique y pasamos un buen rato.
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