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Curicó y Laspuña.... un matrimonio de 100 años

Tradición e historia en Curicó.Recientemente se realizó en el Estadio Español de Curicó, un almuerzo en que participó el personal completo de Casa Franco, con el objetivo de celebrar los 100 años de vida de esta tradicional casa comercial de la ciudad de las tortas.Con toda justicia la Municipalidad entregó hace algunos años en el Día Nacional del Comercio, el Premio a la Tradición Comercial a Casa Franco, que nació a la vida en esta ciudad en agosto de 1907 bajo la dirección de los hermanos José y Joaquín Franco Castillón, dos españoles con visión de futuro.

Los hermanos Franco habían nacido en la provincia de Huesca, región de Aragón y viajaron muy jóvenes a Chile para probar fortuna en este país del que se hablaba bien en España y en especial de la zona central, hasta donde estaban llegando numerosos españoles a trabajar en el área del comercio y de la agricultura.Los Franco iniciaron sus actividades en pequeña escala en 1907, entregándose a la tarea comercial en cuerpo y alma, lo que les permitió en poco tiempo reunir un pequeño capital para ampliarse con un negocio establecido, el que sería la base de un local mayorista de grandes proyecciones. Pedro Ceresuela Pons, ya fallecido y sobrino de los fundadores, contaba que las primeras semanas fueron bastante difíciles con ingresos muy pequeños, pero que con el correr de los meses estos fueron aumentando.José y Joaquín, luego de afirmarse comercialmente en Curicó, viajaron a España para traer a sus familiares más cercanos. De esta manera, el primero en aceptar el nuevo desafío fue Jesús Pons Franco, para luego seguir Sebastián y Ramón Franco y Pedro Ceresuela y otros como Antonio, Francisco y Jesús Ceresuela Pons. Luego llegaron los Puerta y otros visionarios españoles que se proyectaron en tierra curicana.Hoy Casa Franco es una de las casas comerciales sinónimo del pasado y presente de Curicó, que celebra con orgullo el haber traspasado el primer siglo de vida ante todos los desafíos que les ha puesto el destino.En medio de la modernidad, Casa Franco sigue manteniéndose como un punto más que de compra y venta, de tradición curicana.